DOLORES DE UNA SOMBRA ...QUE ES LA MÍA
Un día los pasos malguiaron mis senderos,
de tal modo que mi sombra me perdió el paso
... y el de mis sueños,
mendigó no se cuantas noches por entre baldíos de lunas ebrias, hasta que cansada de deambular por los pasillos de los días,
decidió morir a tus píes
...de la misma forma en que yo moría.
Cuántas vertientes de tus palabras hirieron mi mirada
haciéndola sangrar con lluvias cristalinas,
cuántas veces estos labios escupieron rosas rosas
que morían tras un suspiro que le arrebataba a la vida.
¡Ay de ti!, gritaba el destino a mis espaldas
pues no hallo en tu suerte un as bajo tu manga
que te permita corregir los malguiados y fallidos pasos,
que permitan evitar que mueras,
... como mueren los ensayos de esta torpe escena
y del camino que haz cruzado cual fugitivo o quimera.
No busques nunca entre tus restos las palabras
que intenten con semánticas heridas describir tu pecado;
no busques nunca entre los polvos de una herida,
... no busques nunca donde jamás te han encontrado.
Huye y por sentencia que el dolor te alcance
pero no permitas que la tristeza te tome por sorpresa,
no permitas que como siempre se convierta el llanto,
en un abrigo impropio, en un calor insano.
Un día los pasos malguiados me perdieron
de forma que mi sombra se sintió perdida,
lloró por mí, ¡vaya ironía!,
hasta que confundida por la vida y sus desmayos
decidió morir a tu lado,
... justo donde yo revivía.
Omar González Vázquez 22 de Abril de 2005
0 comentarios